Un Millar de Gambetas: El ADN del Madrid
Otra vez lo hizo, otra vez cuando estaba en la lona, otra vez cuando todo parecía perdido. Ningún club en el mundo tiene ese gen competitivo como el Real Madrid, que gracias Benzema, salieron vivos de Manchester y ahora irán por otro milagro al Bernabéu.
Este Real Madrid trae pasta de campeón. Sin importar los malos ratos, los errores individuales, las lesiones o el poderío del rival, los blancos siempre muestran una respuesta que los deja con vida, incluso en los peores escenarios. Su panorama en las semis de la UCL luce alentador.
No importaban los manejos perfectos del tiempo de Kevin de Bruyne, el dos contra uno de Mahrez y Bernardo por derecha, o la movilidad de un Gabriel Jesus que nos hacía recordar que los ciudadanos no siempre odian usar un “9″. Real Madrid halló en cada instante una clave para contrarrestar, así haya sido con mera contundencia, BENDITA contundencia.
Casemiro no estuvo listo y Valverde, Camavinga y, por momentos Kroos, no supieron complementar a un Modric que tiene extremidades incansables. Vinicius estuvo perdido el 80% del partido, no obstante, metió sexta cuando tuvo que hacerlo y colaboró con un pesado granito de arena.
La “Benzema-dependencia” es bastante obvia, y no parece incomodar a los aficionados merengues. Pasa a segundo plano si es o no un equipo sólido en todas las líneas; lo que prende al fanático blanco a lo largo y ancho del mundo es cómo la garra siempre surge, y un nuevo ídolo galo se ha instaurado con fuertes raíces, quien se atreve a soltar un “Panenkazo”, a pesar de que un juego antes erró dos veces desde los once pasos (claro, sin repercusiones mayores).
El City fue muy superior en la ida de las semifinales de la Champions League, sí, es una realidad; sin embargo, si hay que marcar un favorito en la serie, la mayoría ponemos la fichita al equipo de Ancelotti, sólo porque… ¡Es el Real Madrid!.