Un día como hoy, pero de hace 7 años, el 5 de agosto del 2015, Tigres llegó a Argentina con la historia en sus manos; el equipo del Tuca Ferretti jugaría una Final de Copa Libertadores en cancha de River Plate, con el global empatado y con todo en sus manos para poder presumir ser el primer club mexicano en levantar el título más importante del Continente. Sin embargo, el desenlace fue muy deferente y volvieron a Nuevo León con las manos vacías.

Con el paso de los años y ya con la herida cerrada, varios de los protagonistas amarillos de ese día, fueron revelando lo que vivieron en el Monumental, coincidiendo en muchos casos en que la presión de la hinchada, del escenario y del partido, le jugó en contra a varios jugadores.

“DESDE EL CALENTAMIENTO SUPE QUE PERDÍAMOS”

Uno de ellos es Egidio Arévalo, legendario mediocampista uruguayo que para esas épocas era un referente del equipo regiomontano y que estaba acostumbrado a ambientes hostiles y del tipo sudamericano como el que esa noche le hicieron sentir a Tigres. Pero hubo otros que simplemente se hicieron chicos y el resultado fue una derrota contundente.

“En la Final contra River hubo falta de actitud. En el calentamiento te dabas cuenta que no ganábamos, salimos al campo unos 10 o 15 minutos antes del inicio y la mayoría de los jugadores de Tigres estaban hipnotizados con el entorno y no preocupados por lo que iba a pasar en el campo. Éramos muy pocos los que estábamos preocupados por lo que iba a pasar adentro de la cancha”.

Y es que ya en el juego, Tigres solo tuvo un disparo a portería, el resto fue todo del Millonario que acabó pasando por encima y levantando la Copa con un 3-0 un tanto sencillo.

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LOS HICIERON SENTIR EL MONUMENTAL

El futbol sudamericano tiene historia de conspiraciones que van desde trampas hasta mañas en pleno partido y una de ellas le tocó a Tigres en esa Final, cuando saltaron a la cancha listos para el partido, sin embargo, en una acción 100% premeditada, la gente de River no salió a la par, por lo que los de la UANL se quedaron casi 4 minutos viendo y escuchando como el Monumental se les venía encima.

En el que es catalogado por muchos el mejor recibimiento de cancha de la historia, más de 60 mil personas entre cantos, banderas, y fuegos pirotécnicos, intimidaron a los jugadores regios, que no escondían su cara atónita en la transmisión de TV.

“Fueron muy vivos los de River. Recuerdo que salimos al campo de juego y nos dejaron como cinco minutos ahí para que nos cantaran. Es algo que nunca lo había vivido, si eras jugador de River no había manera de que no te prendas. Yo decía: ‘no ¿qué es esto?’, y eso que estaba en la banca. Me daba ganas de entrar hasta a mí que era del otro equipo. Ni en el Estadio Azteca vi que todos canten así una canción al mismo tiempo”, declaró el Pollo Briseño en una ocasión.