Estadio Olímpico Universitario, testigo de gestos en contra del racismo
Diversas protestas y hechos simbólicos se han visto en C.U.
Hace unos años en Estados Unidos se vino desarrollando el movimiento Black Lives Matter (las vidas negras importan) contra la violencia policial. Sin más ni menos hace unos meses la muerte de un afroamericano llamado George Floyd a manos de la policía de Minnesota, conmocionó al mundo y al mundo del deporte.
La semana pasada en Ciudad Universitaria se jugaba el partido entre Cruz Azul en contra de Toluca en la Copa GNP por México, donde el árbitro central Adalid Maganda, antes del silbatazo inicial se hincó por un momento en protesta en contra del racismo.
Esta señal de protesta no es la única que se ha visto en el estadio Olímpico. En el año de 1968, México albergaba los Juegos Olímpicos, año en el cual alrededor del mundo se manifestaron movimientos que marcaron huella.
Un 16 de octubre ocurrió un hecho simbólico, dos atletas negros norteamericanos obtuvieron el primer y tercer lugar en la competencia de 200 metros: Tommie Smith y Jhon Carlos. Cuando subieron al podio a recoger sus medallas, aprovecharon para transmitir un mensaje internacional, levantaron el puño con un guante negro.
Era el saludo del movimiento del poder negro (Black Power). Por su parte el atleta australiano que había quedado en tercer lugar se solidarizó y se colocó en el pecho una placa del proyecto Olímpico para los Derechos Humanos.
El hecho simbólico les costó muy caro, la lluvia de ataques por parte de los sectores racistas, de los medios y de las instituciones deportivas acabaron con sus carreras. Sin embargo, el mensaje quedó para la historia, era inevitable esconder la lucha del movimiento negro por sus derechos.