Pumas y la maldición del capitán

Portar el gafete de capitán de un equipo tan importante como lo son los Pumas es motivo de orgullo y responsabilidad, además de la posibilidad de quedar inmortalizado en la historia del club. Sin embargo, esto no ha sucedido en los últimos cuatro años, en donde desde la salida del eterno Darío Verón, los capitanes universitarios no han durado más de un semestre con él e incluso ni siquiera en la plantilla.

Todo comenzó en el Apertura 2016, cuando Darío Verón, a sabiendas que su retiro estaba cerca, decidió dejarle la estafeta a Luis Fuentes, quien tuvo un mal desempeño en ese torneo, lo que le provocó su posterior salida del Pedregal al final del certamen. Por esa razón, en el Clausura 2017, el paraguayo volvió a portar la cinta. 

El año siguiente sin Verón fueron Gerardo Alcoba y Abraham Gonzalez los líderes de la plantilla, aunque cada uno salió después de su primer semestre como capitanes. 

Después, la cinta llegó a manos de Alejandro Arribas, quien lo mantuvo durante un año hasta su partida en el Clausura 2019 y siendo el que más tiempo duró con ella. Así, en el Apertura 2019 David Cabrera y Victor Malcorra compartieron la estafeta que terminó con Alfredo Saldívar. Los tres salieron en el Clausura 2020 después de sus constantes errores. 

Finalmente, Andrés Iniestra en el Guardianes 2020 también salió al terminar el certamen y Juan Pablo Vigón, quien parecía podía escribir su nombre en letras de oro tras su gol en la remontada frente a Cruz Azul, se marchó a los Tigres hace unos días. 

Por lo tanto, el liderazgo y la garra que caracteriza a los Pumas no ha quedado expuesta en los últimos años, pues no ha habido un jugador que tenga los tamaños para llenar ese gafete.