Se rompen marcas historicas

La final de la Copa del Mundo de Rusia 2018 concluyó, y más allá del título conseguido por la selección francesa, el partido definitivo pasó a la historia por varias situaciones destacadas.

Apenas a los 18 minutos este encuentro tuvo un suceso sin precedentes. Un servicio de Antoine Griezmann encontró la cabeza de Mario Mandzukic para incrustarse en el marco croata, marcando así el primer autogol en la historia de las finales mundialistas.

Veinte minutos más tarde, a los 38, un nuevo incidente histórico se dio en esa misma área, cuando gracias al Video Assitant Referee, Néstor Pitana señaló la pena máxima por una mano de Ivan Perisic, en el primer uso de esta tecnología en el encuentro por el título.

Por último, el gol de Kylian Mbappé, con 19 años, 6 meses y 23 días y que significó el 4-1 momentáneo lo convirtió en el segundo anotador más joven en una final mundialista, solo detrás de Edson Arantes Do Nacimento, mejor conocido como Pelé, quien anotó con 17 años, 8 meses, y 6 días en la final de Suecia 1958.